El muchacho y la traidora

by lourdeschamorrocesar

La traidora:

¿Querés venir conmigo?
Te llevaré al infinito
donde  no hay preocupaciones
ni dolor, no conciencia o memoria.
Todo es blanco y dulce
donde el mundo acaba
y comienza la eternidad.
Vos y yo,
atrapados en la huella
de la magia de mi abrazo.

Muchacho,
¡Dame una oportunidad!

Muchacho:

¡Gratificante!
Llévame a volar,
no quiero aterrizar,
no pensar ni recordar.
Llévame
cerquita del cielo
no lejos del mar.
¡No te vayas!
¡Quiero más!
Más de tu arrullo
más de tu abrazo.
¡Necesito escapar!

La traidora:

(SILENCIO)

Muchacho y la traidora:

¡Traidora!
¿Traidora yo?
¡Si, vos!
¿Por qué?
¿Dónde estàs?
No te siento.
Imposible alcanzarte,
me dejaste entre nubes.
¡Traidora!
¿Y ahora qué?
Sigue tu camino, roba o trabaja
para conseguirme.
Véndeme o mercadea
para obtenerme.
Soy poderosa y
en vos soy eterna.
¡Me burlaste, traidora,
me burlaste!

Traidora:

(SILENCIO)

Muchacho:

¡TRAIDORA!
Nunca me dijiste que tenías precio.
¡Prisionero soy
de tus alucinaciones,
de tus burlas,
de tus efectos!
¡TRAIDORA!
¿No te das cuenta que
Necesito más de ti?
¡Más y más
Y cada día más!
¡Traidora!
Me atrapaste con tus cantos de sirena
Años ha, años ha…

Quien escribe el relato:

Un silencio alarmante
hace eco en los volcanes.
Una avalancha de sueños
arrastrados
como troncos indefensos
van a perderse al mar.

Y con ello
La muerte cívica de un niño grande
sucede poco a poco entre los vivos
y un milagro latente
en cadena de plegarias
se sostiene en el universo
por cienes de corazones y labios.

¿Será que existen los milagros
donde parecen no caber?

Lourdes Chamorro César.
15 de octubre de 2012