¡OH, inspiración!
Si, estoy aquí queriendo decir algo.
No, no es mi día, no es mi noche.
Oh, inspiración que juegas a dejarme,
mas nunca caeré vencida
porque mientras sienta la necesidad
de evocar un recuerdo,
mientras la luz del alba me ilumine
y las risas y lágrimas
de los Cervantes y los Moliérs me invadan,
aunque luego borre
o me arrepienta,
mi pluma seguirá
incrustando diamantes en alboradas.
¿Que escriba sobre olvidos?
No, no existe en mí esa palabra.
No, no puedo escribir sobre lo que no siento.
Menos sobre aquello que,
al sembrarlo en el pecho,
con serenidad y firmeza,
ha grabado el alma.
Oh, inspiración que juegas al escondido.
Bien, qué más me queda
que escribir vericuetos.
Esos que cuando toman forma
en el papel desde mi pluma,
se encaprichan y se rebelan
y plasman hasta lo incierto.
Aléjate de mi, inspiración.
No, no me visites, no te necesito.
Yo me las arreglaré
Y si la nostalgia es un motivo
para recibirte en mi alma,
no la quiero.
Y si es la alegría el motor
que te empuja a invadirme,
hoy no la tengo
porque hoy,
hoy he decidido
rebelarme contra ti.
OH, inspiración
que juegas a dejarme,
hoy, soy yo quien te deja.
Lourdes Chamorro César
11 de febrero de 2012