Carta al Niño Dios en alguna Navidad de mi infancia.
by lourdeschamorrocesar
Rescatada del baúl de los recuerdos y editada:
Querido niño Dios, ya me estoy portanto bien. Al principio del año no mucho, pero ya estoy mejor.
Si podés, quiero que me traigás una muñeca que habla. Tengo todavía la del año pasado, pero ya no dice mamá cuando la volteo para abajo. Si ya no tenés mas muñecas de esas, en la esquina de la casa, donde Dreyfus, vi unas bien bonitas que se les aprieta un botón para que hablen y no hay que voltearlas para abajo. Si podés, le traés una a la Lupe. La Lupe es mi amiga, a la que le cambiaron el nombre porque se llamaba como yo. Y yo le agradezco que no se haya puesto brava conmigo.
Los patines del año pasado ya no me quedan y se los dieron a mi hermana, así que si no son muy caros, me gustaría otro par. Me encanta andar en patines por Granada.
El otro día fuimos a Managua con la tía Bertha y mis primas. Nos llevaron a una tienda elegantísima que se llama Carlos Cardenal y vi en la vitrina unas cajas con bloques para armar que se llaman Lego. Lo apunté para que no se me olvidara y pensé que les gustaría a mis hermanitos pequeños, una para cada uno. Ya los tucos de madera del año pasado están viejitos y se les han perdido algunos.
Vos sabes Niñito Dios que me encanta jugar a los indios y los vaqueros con mis hermanos y primos y la última vez que jugamos, una de las sábanas de lino antíguo de la Mimi se rompió y la Mimi nos asustó con la tajona, menos mal que como siempre, no nos alcanzó, la verdad es que la tajona es mágica, pues nunca nos alcanza ni un pedacito de piel, en fin, te decía Niñito Dios, que la sábana de lino se rompió. Entonces se me ocurre pedirte una casa de campaña, de esas que vi en un catálogo que se llama Sears, que mi papá trajo de los Estados Unidos en su último viaje. Hay muchas bellezas entre sus páginas y casi al final, están las casas de campaña.
Niñito Dios, espero que no sea mucho lo que te pido y por último, no te olvidés de las uvas y las manzanas, no te preocupés por traerme marshmallows, pues a mi no me gustan mucho, pero a mis hermanos y hermanas les encantan, así que si me traés marshmallows, no importa porque se los daré a ellos.
Me saludás a La Virgen María y a San José, a San Pedro y a mi mamá y a todos los santos y ángeles del cielo.
Te quiero mucho, María Lourdes, la número cuatro de los Chamorro César.
PD. Tengo 9 años.
Cuanta inocencia y ternura en esta carta Lourdes. Siempre ensenandonos tu gan amor por la familia y hasta por la Lupe para quien le pides una muneca igualita a la tuya. demasiada ternura en tus palabras y que bien describes la tienda “de lujo” de Carlos Cardenal, a mi me encantaba ir a ver esas vitrinas y subirme en la escalera electrica que era la primera que existio en Nicaragua. Una carta al Ninio Dios llena de nobleza escrita por el alma pura de una chavala en ese entonces. Me cautivo!
Gracias Flor de Lis. rescatada del baúl de los recuerdos, donde tengo muchas cosas guardadas. Poco a poco iré subiendo. Me encanta que te haya gustado. Tiempos donde la inocencia era el paraíso más hermoso de la existencia. Un abrazo amiga.
ESA CARTA AL NINO DIOS ……ES UNA BELLEZA!!!! no solo por su contenido tan rico de inocencia ,de amor,de franqueza…que mas? para mi seria como que yo haya pintado a MONALISA….el alma desnuda y sin ningun interes! YO QUISIERA TENER UNA DE MIS CARTAS AL NINO DIOS! QUE DICHOSA!!!!!!……MUCHAS FELICIDADES POR PUBLICARLA Y muchas gracias por compartirla ! LB.
Laura, si no la tienes físicamente, estoy segura que recuerdas el contenido. Toma un papel y un lápiz y trata de recordar los detalles y verás que puedes reproducirla. Esta cartita la encontré entre unos papeles que al regreso de mi exilio desempaqué. Anduvieron conmigo por casi todo el mundo y finalmente decidí abrir la caja.
Gracias por leerme y me agrada que te agrade.
Que belleza!!!!!!!! Que ternura!!!!!! No hay como la inocencia de la ninez!!! Que don mas bello te dio El Senor amiga!! Que manera de narrar mas linda!!!