A Alvaro Urtecho. Un íntimo homenaje, hasta hoy inédito.
by lourdeschamorrocesar
Esta carta, escrita ese 22 de diciembre, inédita y espontánea, espero que sea leída por ti, Alvaro, aunque yo no lo sepa todavía. Hoy la colgaré con mucho cariño en mi website, porque quiero agradecerte y es la única manera que encuentro en esta vida para hacerlo. Hoy 11 de enero de 2012
A Alvaro Urtecho
Todas las mañanas, entro al internet. Veo si tengo algo en mis correos y luego leo La Prensa y El Nuevo Diario. Hoy, 22 de diciembre y sábado, una ola de eventos se acumularon para que solamente en la tarde, tuviera un espacio para leer los periódicos.
Una noticia me impactó: “Muere El Poeta ALvaro Urtecho”. Lo leí en el Nuevo Diario. Recordé entonces que en un viaje mío a Nicaragua, alguien me comentó que Alvaro Urtecho estaba bien enfermo. Tuve el deseo de ir a verlo. No fui.
Cuando a uno le dicen que alguien está enfermo, creemos que será pasajero, que saldrá de esa y que algún día lo volveremos a encontrar en algún rincón de nuestra vida. No fue así en este caso.
No tuve la suerte de pertenecer a su círculo estrecho de amistades, sin embargo, Dios me dió la oportunidad de acercarme a él, en el período de la Presidencia de Don Enrique, ya que un aporte intelectual es siempre una necesidad en esos ámbitos y ahí, en esas circunstancias es que realmente lo conocí a fondo. Y su huella, aunque efímera ante esta oportunidad, es profunda en mi acontecer literario.
Recuerdo que cuando puse mi obra de teatro en el Teatro Nacional Rubén Darío, Alvaro estuvo ahí. Al final de la presentación, se acercó a mí y me dió un abrazo. “Bella”, me dijo, refiriéndose a la obra puesta en escena, “pero quiero saber exactamente quién es quién en la obra…quién es Leandro, o Popo, o vos, o tu hermana Angélica”. Le respondí que nadie era nadie, pero que todos estaban ahí representados de alguna manera.
Al publicar el libro de la obra “El Palo de Mamón”, Alvaro también estuvo ahí para mi. La primera observación que me hizo, antes de la revisión final y su publicación fue: “Lourdes, está bien que le dediques el libro a los ojos de tu madre, pero ¿y Enrique, tu esposo? ¿Acaso no es él quién te inspira todo esto? Con tus vuelos de alas y tu manera de expresarte, podés también dedicárselo a él”. “¡Cómo así!”, le dije yo, “se van a pelear ¿un vivo y una muerta compartiendo espacios y créditos en un mismo libro?” “Nada tiene que ver”, me respondió, “es mas, así estarás reafirmando que los vivo y los muertos, marcan la pauta, la esencia de tu obra…dos personas importantísimas en la vida de cualquier ser humano, la madre y el cónyugue. Toma tus alas Lourdes”, me dijo…” sabes usarlas bien, las usas mucho en tus poemas”…Y así hice y así es cómo escribió sobre mi inspiración, resaltando ese vuelo de alas que encontraba en mis versos…
Nunca hubiera podido imaginar el impacto que su muerte ha causado en mí. Un hombre que apenas conocí, pero hoy realizo que ese roce fue suficiente, para que al anuncio de su muerte, mi alma y mi corazón se estremezcan. ¡Cómo no fui a verlo! ¡Cómo nunca le dije lo agradecida que estaba yo por sus palabras, sus recomendaciones, sus críticas y su presencia sutil y efímera pero indispensable, en mi quehacer literario!
Hoy, al anuncio de su partida, no puedo mas que reconocer mi pecado de omisión. ¡Qué mal me siento! ¡Cómo quisiera que la muerte mandara un aviso por el internet a aquellos interesados en alguien, a aquellos que tenemos algo pendiente con alguien…un anuncio diciendo quizás algo así: “Lourdes, Alvaro Urtecho está grave, creo que no amanece. Está sufriendo mucho y tengo órdenes superiores de llevarlo conmigo hasta su última morada, entre hoy en la noche y la madrugada de mañana. Sé que quieres visitarlo, agradecerle, sonreírle y decirle algo bonito….pues ésta noche es tu última oportunidad de acercarte a él, aunque sea de corazón”.
Lourdes Chamorro César
22 de diciembre de 2007
QUERIDA LOURDES. BELLÍSIMO HOMENAJE A ALVARO URTECHO, VOS LE BRINDAS ESTAS SENTIDAS LETRAS, QUE SE AMIGA LLEGARAN HASTA SU NUEVA MORADA Y SOREIRÁ AL LEERLAS. QUE BELLO LO QUE RELATAS DE ESTE MARAVILLOSO HOMBRE. DESCANSE EN PAZ DON ALVARO.
Ana Isabel, he decidido publicarlo, pues no quiero que me vuelva a pasar jamás en esta vida. Y a la vez, espero que quienes lo lean, este escrito les siembre una pequeña inquietud, la cual, quisiera que la llevemos presente en nuestor coaminar. Muchas veces perdemos la perspectiva de lo que realmente es valioso, como es decir y demostrar lo que ya no podemos decir al final de la vida.